El renacer del gran nipón de las especiales

Vaya por delante que una decada separa ambos coches y que por consiguiente, detalles como en los faros hay diferencias astronomicas.

Primero situemonos con el coche real

Empezaremos mirandolos por atrás, que es dónde en mi parecer hay más diferencias.



Está claro y a todas luces es visible, que esas opticas traseras del Troféu son horribles, si bien las del Ixo son ligeramente sobredimensionadas. Hablando ya del molde, la trasera está bastante más lograda en modelo de Troféu, pues parece estar caída en el Ixo al tener las opticas en una posición algo baja y un parachoques algo corto, eso si, la diferencia de edad deja claro un tubo de escape más trabajado y unas llantas más decentes. Así pues es sobretodo en este punto dónde ni el uno ni el otro satsiface totalmente al coleccionista más purista.

Ahora demosle una mirada al frontal

Aquí es donde podemos ver que si hay un coche que destaca por encima del otro, gracias en gran parte a la decada que los separa. El conjunto optico está mucho más logrado en el Ixo gracias al uso de unos materiales mucho más realistas y de mayor calidad. Luego tambien vemos como el parachoques tiene las rejillas de toma de aire inferiores mucho más logradas, así como la forma de los intermitentes, el recién llegado disfruta además de un detalle añadido como es el cubrecarter, pieza indispensable para un rally hoy en dia, pero si nos fijamos en la foto del coche real, esta pieza no era tan visible, así pues no hemos pasado de detallistas o rizando el rizo.

Otro detalle que vemos son los detalles de las puertas, esos surcos que tiene el coche original están mucho más logrados en el modelo nuevo, el de Ixo/Altaya, por lo que en otro punto dónde gana el recién llegado, así como el ajuste general de calcas.

Así pues, si teneis que comprar uno u otro coche, os recomiendo el Ixo/Altaya si bien conservo ciertas reservas y a la espera estoy de que haya un tercer fabricante que se decida por hacer la replica de este gran nipón de los rallys.